testigas mudas, movimientos congelados, expresiones captadas por una cámara manipulada por gente inexperta, plasmadas en estas hojas como fruto de un trabajo, que para nosotros fue hecho con nuestro mejor esfuerzo.
Dedicadas a una persona como usted, porque solo usted puede valorar el esfuerzo de quienes nos dedicamos al arte, sin escuela y sin guía académica.
Gracias al Ministerio de Cultura del Ecuador que confió y creyó en nosotros y que nos permitió cumplir con nuestro sueño.
Oswaldo Jumbo Mejía
Nuestras bailarinas, listas para rendir un homenaje a ese negro de oro Milton Tadeo[1], que nos dejó su mejor música, esa música del Chota, de ese valle donde el negro llora su pobreza y sonríe porque tiene una alma limpia, porque es amor, es corazón. Ya no quiero vivir en este Carpuela, pero jamás te dejaré Carpuela linda
Tanto público. Es que SARIRI está presente, recorriendo montes, valles, pueblos o ciudades donde la gente aprecia lo nuestro y con la esperanza de que aquellos que se han olvidado de sus raíces, las traigan a su corazón para que nunca más se olviden.
Como no agradecer al Ministerio de Cultura, por permitirnos soñar, por permitirnos volar, por hacer lo que queremos hacer, por permitirnos llegar con esa semilla de esa cultura milenaria que perdurará para siempre, porque para eso estamos.
Nuestro país es una mezcla de culturas, de etnias, no solo somos indios, negros, mestizos, somos algo más, SARIRI quiere buscar esas raíces, esas huellas imborrables que surcaron atreves del tiempo y no se quedaron estancadas en el fondo obscuro del olvido.
Una ceremonia antes de actuar, es que hay que llamar a los dioses, que escondidos temerosos en el vientre de la Pachamama[2], esperan que los invoquen para traernos esa energía positiva que tanto necesitamos.
Meditando, o invocando, talvez dando gracias a Dios por tenernos en tierras lejanas difundiendo nuestro arte, ya no somos de la Concordia, somos del Ecuador, somos de América de esa América india, mestiza, rica en culturas, en donde el Inti[3] no duerme, donde, la ilusión no se esfuma.
Sabrán ellos porqué llevan esos pendones en sus manos?, porque esos zamarros, esos ponchos? Claro que sí, porque SARIRI, les ha enseñado a respetar esas prendas, esa ropa salida de las manos nobles de nuestros indios y la muestran con orgullo, porque el pasado perdurará por siempre, no morirá jamás.
Nuevos amigos, nuevas tierras, es que Somos Caminantes de los Andes que no vamos haciendo camino al andar, solo dejamos nuestras huellas para que el Huayra[4] las esparza por toda la eternidad.
Runas, hombres valientes, símbolo de la ecuatorianidad, labran la tierra con amor, para que la Pachamama les regale ese fruto salido de sus entrañas.
No sólosomos danza, somos canción, somos poesías, somos la voz del pájaro que con su trinar alegra nuestra alma, somos el paso del tigre, de la gran bestia, del venado del páramo, somos el vuelo del cóndor, del curiquingue, somos el revoltear del bagre, de la cachama[5], somos SARIRI.
Levanta tus alas SARIRI, mira al firmamento, el mundo es tuyo, la tierra, el agua, el sol, no te olvides nunca de tu Pachamama, de tu taita Inti, de tu mama quilla[6], porque eres esencia, eres alma, volarás como un ángel, llevado por el Huayra hacia donde te lleve tu imaginación.
46 Quijotes, 46 soñadores, descansando, sentados, pensando en la próxima actuación, es que hay que tomar fuerzas, porque tenemos un compromiso y está el nombre del Ministerio de Cultura por delante y no podemos hacerles quedar mal.
Vendemos ilusionesy esperanzas, vendemos el pasado, no hay moneda para pagar eso, el precio ya llegó al cielo y Pachacamac nos dice que el mejor precio es esa presencia de su pueblo, de ese pueblo que aún conserva su pasado en un rincón de su Shungo[1] y que hace falta hacerle acuerdo de sus raíces, de sus ancestros, y, no nos cansaremos de hacerlo, porque para eso SARIRI fue creado.
Huarmis hermosas, de la estirpe de Atahualpa, de Rumiñahui, talvez de Huáscar, de Quisquis o Calicuhima, de Huayna Capac o Tupac Yupanqui, o del Amaguaña o del Quisphe, pero ahí están orgullosas de su raza.
El Comirrrrciu, venga compre el comirrrciu, los precios han rebajaaado, la leche se ha subido, compre el comiiiirciuuuú……… hay que recordar el pasado, a ese Quito antiguo, lleno de leyendas, es que SARIRI es tradición, es que nuestro pueblo no se quedó allá, en ese pasado bello, en ese pasado de bases firmes y hay que traerlo al presente,
Despierta mujer, levanta tus manos en la quietud de la noche, el mundo es tuyo, renacerás en el alba y vencerás a la obscuridad, llegó tu hora, porque eres vida y das vida, porque en tu vientre se encuentra la eternidad de tu raza.
Mujer, estira tus manos para agarrar al viento que pasa lento para admirarte toda, eres el puntal de un mundo cuadrado por ideas viejas, pero que tu lo harás redondo, porque para ello naciste. En tus manos mujer está la esperanza de tener un mundo límpido en donde la Pachamama se abrace con el Inti, la mama lluvia, la mama quilla y harán que sus campos florezcan con verdes de esperanza.
Arcilla, cocida y dura alma de verdes collados, barro y sangre de mis hombres, sol de mis antepasados. Somos Sariri, cruzamos montañas, somos caminantes llevando el espíritu de nuestros dioses en una vasija de barro.
Nuestro coreógrafo, estirpe de Quillasinga, hijo de Pastos, llevas en tu sangre la que corre en los pupos, enséñanos a amar a lo nuestro, a amar a nuestra pachamama, enrumba nuestros pasos por los caminos donde caminaron nuestros ancestros.
Paukar Raymi(fiesta del florecimiento), esta fiesta se celebra en toda la región andina, en agradecimiento a la cosecha del maíz, Sariri, baila alegre, salta, brinca que la Pachamama, te escucha y abrirá su cuerpo para parir nuevos frutos para alimentar a sus hijos.
Reverentes, agradeciendo al pueblo por venir, vestidos muy diferentes, pero conservando esa tradición que la hemos venido recibiendo por los libros ignotos que nos legó el tiempo, con nuestros ritmos, pasacalles, cachullapis, sanjuanitos, nos embarcamos en el pentagrama nacional, para que con la vibración de sus sonidos podamos volar al infinito y decir con orgullo Yo soy el Chullita Quiteño, la vida la paso encantado, no hay mujeres en el mundo como las de mi canción.
Tu eres, mi amor mi dicha y mi tesoro, mi solo encanto y mi ilusión, letras que salen del alma, de jóvenes de Sariri que aman a lo nuestro, pasillos que no pueden morir nunca, yaravíes que se sostienen en el último terrón de los barrancos, Sanjuanitos que cabalgan en una bestia desbocada pero que no caerán jamás, porque esa juventud ha entendido que lo nuestro perdurará por siempre en el sonido melodioso del manantial, en el trinar de las aves, en el polen de las plantas y se esparcirán por la inmensidad del firmamento porque en sus alas el cóndor las conducirá con la ayuda del amigo Huayra.
Esconde tu inocencia, Huarmi hermosa, mira a través del espejo de tu alma, confía en tu intuición, porque eres sabia, sabes que tus pasos te guiarán por el sagrado chaquiñán del Tayta Inti, eleva una plegaria a mama Yaku[2] para que nunca se vaya, para que nunca fallezca.
Aquí estoyjugando con el viento, los colores de mi Patria, de mi Pachamama Sagrada, los llevo impregnados en todo mi ser, soy ecuatoriana, nacida en el campo, he crecido con las caricias del viento, jugando con las huagras[3], con los chivos, con el lodo, me alimenté de la savia de los montes, extraje el perfume de las orquídeas para aromar mi íntimas entrañas para oler a mujer, a mujer recia y hoy danzo para ti, soy Mama Shungo y estoy aquí para tomar lo que me pertenece, lo que me dejaron mis ancestros.
Salí de tiMama Shungo, a jugar, soy una guagua huarmi y estoy aprendiendo amarte, a respetarte, seré yo quien lleve tu legado por las inmensas sabanas en donde pasta el toro, las vacas, llegaré con mi voz al oso que escondido en las altas montañas se encuentra temeroso por la destrucción de su suelo, visitaré al tigre, a la danta, al capihuara, me haré amiga del papagayo, del colibrí, me arrimaré al viejo sauce, al ceibo erizo, al colorado joven, iré donde el Frailejón a confesarme que cuidaré de ti, hablaré lo linda que eras, como me cuidabas, como producías, no dejabas de parir tus frutos para alimentarme, me preñaré algún día y dejaré tu herencia para que nunca mueras.
Voy vagandopor el mundo y hoy estoy en el centro del universo, tal como soy: Gente humilde, con defectos, no soy borracho sino que quiero olvidar mis penas, es que eso me enseñaron y yo no quiero que sean así mis hermanos. Soy el Chulla Quiteño, deambulo por la Guaragua, la Plaza Grande, por Chimbacalle, soy el Taype, el Pilamunga, el Morocho, recorro las calle sin sentido, te busco a ti y no te encuentro, te llamo y no te oigo gemir a la distancia, mis ojos no te miran, tan solo mi corazón lamenta tu partida.
Te amo, te lo digo a tus ojos, jamás podré arrancarte de mi vida, vivirás en mi eternamente, te llevaré en mi corazón hasta que éste, deje de latir te sentiré, pero nos volveremos a unir en donde Dios bendecirá nuestro amor y nuestras almas caminarán juntas, en el paraíso celestial de ese cielo creado tan solo para ti y yo, amada mía.
Ven a mídéjate amar, no mires más allá, no te vayas te lo ruego, mira que juntos caminamos junto al fuego que quemó las raíces de algo tan lindo, pero que en esas cenizas quedó tu alma, quedó la mía, quedaron los recuerdos que el viento los llevará a la montaña y talvez no nos juntaremos, por eso te lo pido ven a mi que esta sea la última vez.
Danzaremos al son de la bomba, de la marimba, somos un pueblo alegre, multicultural, multiétnico, lo sentimos nuestro, bailaremos al son de un bambuco, de una llanera, de una zamba o un mapalé, es que somos de América , de África, de Oceanía, somos Sariri, Sariri del mundo, del ritmo, de la tierra en sí, no tenemos fronteras, tenemos solo a nuestra Pachamama, Pachamama de los Andes, Jatunpacha[4], Puriccuna, prima hermana del Everest, de los Pirineos, del Kilimanjaro, del Pichincha, del Aconcagua.
Salta cual venado que acecha el cazador, huye, brinca, busca el manantial que alimenta tu alma, que purifica tu espíritu, intérnate en las profundidades de las cavernas y renace al alba. Eres niña, guagua como decían mis ancestros, pronto serás mujer, Serás la reina de las Huarmis, recuerda que somos como la paja del páramo que se arranca y vuelve a crecer, en ti está que siempre renazca nuestro espíritu.
Se te cayóel alma, mujer, búscala, no la hagas perder, mira que sin tu alma el mundo es hueco, sin sentido, en ella está la esencia de la existencia de la vida, ella es el manantial que alimenta los ríos, las lagunas, los mares, que no se evapore jamás, porque se secará tu Pachamama , será árida, no crecerán tus plantas; en donde beberá el conejo, el perro del monte, el armadillo; en donde se bañará el cocodrilo, tus iguanas, el picudo, el pampanito y el barbudo; donde se reflejará tu Quilla para que alumbre la noche oscura. Huarmi, dulce huarmi, esposa de Pachacamac, del Huayra, del Wiracocha, mujer del Quitumbe, del Ormaza, del Quiñonez, del Cedeño, amante del Tandazo, del Andy, del Guatatoca, del Gualotuña, no te dejes morir, abre tu vientre y esparce a todo tu Tahuantinsuyo la savia que nutrirá al mundo.
Quiero comprarlea la vida cinco centavitos de felicidad, no pido más porque el sufrimiento de los míos me ha sumido en un dolor inmenso que ya no lo puedo soportar.
Pero lucharé, tengo la fuerza de esa mujer mestiza, recia, de la chúcara que no se la puede domar, tengo estirpe de amerindia, no me doblegaré a si tenga que partir de tu lado.
Bajé del páramo, del Cayambe, del Tungurahua, del Cotopaxi, del Antisana, resbalé por las llanuras del Tiopullo, del Tiocajas, me interné por los glaciales del Chimborazo y del Ilinisa y llegué a ti cargado de ilusiones. Soy Sariri caminé sin rumbo cierto, dejé mi tambo, mi choza, mi cueva. Soy Juan Chiliquinga, Sebastián Quichimbo, Nicanor Aranzana, soy el Calazacón, el Zaracay que vengo a recordar tu pasado, para juntos mantener nuestras raíces, que no mueran nuestras costumbres, nuestra cultura.
NUESTRO VALOR AGREGADO
Mama Shungo levántate, sale del vientre de la Pachamama, emerge cual cóndor y surca el inmenso universo. No ves que ya murió Pachacamac[5], la noche que no te detenga, brilla con tu luz, no importa que el Inti duerma, que la Quilla te acompañará, porque solo tú puedes salvar a tu Pachamama. Ya destruiste a Viracocha[6], hoy es tu día, tu día de Mama Shungo.
Será acaso el final de mundo?. Hay que subirse arriba , elevarse al cielo, penetrar en ese limbo desconocido, hacer llegar nuestra voz, nuestro suspiro, nuestra alma, allá, donde el Yaya Inti escondido en las cortinas negras del tiempo mira curiosamente a sus hijos que danzan la alegría del ocaso.
Por dónde camines Sariri, dirige tus pasos con firmeza, el mundo te espera, no pierdas esa oportunidad que tienes de llevar tu mensaje, ese mensaje que te dejó cuando tu pachamama era joven, cuando no estaba desmayando, cuando no se estaba muriendo.
Sariri, en las calles, en las plazas, en las lomas y planadas, con gente o sin gente, orgullosos de ser indios, de ser ecuatorianos, herederos de Atahualpa, de Guaranga, de Jumandy, de Pacha, de Manuela, de Jacinta, del Chuquimarca, del Quijije, porque somos una mezcla que nos hace rebeldes, indómitos e inmortales.
Allí están, zamarros al viento, niños que juegan, multitud que observa, cuerpos entornados que dan vueltas al ritmo de nuestras melodías, sonetos triste que emulan al viento, con ritmos alegres para mover el cuerpo, porque somos una raza que al dolor lo vencimos y lo hemos transformado en nuestra alegría
Baila SARIRI, contagia tu alegría, ponle ritmo a tu esperanza, recorre, camina, juega con tu música, disfruta de lo nuestro, que el bailar renueva el alma.
No, te canses de vender tus ilusiones, el pasado es tuyo, tráelo al presente, divúlgalo a tu gente para que perdure eternamente
Indios, a dónde van?, dejaste tus guaguas, tu mama o tu taita, subirás la montaña, treparás el cerro chico, recorrerás el Rucu Pichincha bajarás por el chaquiñán[7] o te quedarás danzando, bailando a tu gente, mirando al Cotopaxi, al Cayambe o te quedarás conquistando a la hermosa Quito y no regresas a tu amada Concordia.
En la obscuridad incierta, bajarás quitándole su color a la Luna, es que tu mama quilla te regaló su brillo, no caerás jamás volverás a levantarte hacia ese horizonte, levantarás tu vuelo Sariri, tus alas romperán el viento, cruzarás el cenit buscando tu yo que te lo robaron y regresarás ufano cuando lo quiera el tiempo.
Grandes ciudades, pueblos pequeños, aldeas, recintos allá vamos, solo Sariri, es que nos volvimos locos, nos gusta hacer esto, sin comer, durmiendo en el suelo, en el carro, poniendo el sombrero para aceptar lo que nuestro pueblo nos de, tenemos fe de llegar con nuestro mensaje, de cuidar lo nuestro, de rescatar esa cultura que la hemos mantenido por siempre.
Las plantasson nuestra vida, nuestra inspiración, nuestra forma de ser, de ellas captamos los movimientos que contornean sus ramas al vaivén del viento, de ellas imitamos el silbido sordo de sus entrañas. Naturaleza regálanos tu aire límpido, regálanos tu pureza.
Es nuestras fiesta, la fiesta del florecimiento, Huarmis hermosas que mueven sus gráciles cuerpos majando tu suelo Oh grandiosa Pachamama, estamos alegres, el Chaguarquero[8] está en flor, pronto estará el chaguarmishqui[9] para embriagarnos por ti y podremos gritarle al mundo con todas las fuerzas de nuestro Shungo. Paukar Raymi Carajuuuuu.
MamaShungo, tu naciste impoluta a la vida, para enseñarnos la pluriculturalidad de nuestra cosmovisión andina, enséñanos a volver a lo nuestro a venerar y respetar la Pachamama y hoy danzamos para festejar tu día de Mama Shungo, mama Kolla, Mama Quilla, Mama Tamya, jatarichi.
Runas, bravos guerreros que se proponen rescatar a su Pachamama, no pelean con armas, ni a golpes, ni con gritos, tan solo con sus danzas buscan el respeto a la tierra que heredaron. Yo soy el Manuel, el Jacinto, el José, el Segundo, llevo en mi sangre la de los Cañaris, Záparos, Cofanes, Puruhaes; en mi hierve la de los Quitus, Huancavilcas, Saraguros, soy indio, soy mestizo, soy montubio, también soy negro, mulato, blanco también soy, soy SARIRI, puriccuna, caminante de los Andes.
Soy Caminante de los Andes que crucé el chaquiñán por donde caminaron mis ancestros, subiré al cerro viejo para mirar el mundo, pero antes voy a dedicarte una danza Pachamama, extraída del sonido de las guadúas cuando chocan por el viento, bailaré al oír el sonar de los cascos de los sahinos que cruzan sin miedo esa selva, danzaré hasta el cansancio, hasta cuando tu quieras Oh querida Mama Llacta.
Yaku, Mama Yaku, no te vayas, se están secando tus ríos, tus cochas, tus lagunas, hoy Sariri, baila tu danza para alegrar tu shungo herido, aquí estamos juntos runas y huarmis, no nos dejes morir, porque si morimos, se acabará la Pachamama, tu Pachamama que ya está agonizante.
Runas, Huarmis, la Mama LLacta, nos pide que dancemos, para que el Inti aplaque su ira, para que el cóndor junto con el águila conduzcan a las nubes por todo el infinito y esparzan Yaku, cual maná bendito para enverdecer los campos.
Las nubes cubren el firmamento, nuestras danzas han sido observadas por Pachacama, por eso está bendiciendo a su Pachamama o a su Mama Llacta y envía la lluvia para que fructifique la tierra.
Los hombres, valientes guerreros, desgarran de la Pacha Mama, al son de la azada, el melloco, las papas, habas y lentejas y como buenos fiesteros extraen de los chaguarqueros, el chaguarmishqui, para ofrendar en sus fiestas a su Pachamama, pachamama de los Andes, Jatunpacha, tierra grande, grande puriccuna. Grande en la construcción del Tatambud. Y con el amanecer, florece una nueva vida y gritar al WAIRA con todas las fuerzas. Aquí está Sariri Carajo.
Eleva tu espíritu Sariri, alcanza el firmamento con tus manos, grítale al mundo que has vencido, que has hecho escuchar tu voz a las montañas, que el viento te sirvió de mensajero, que las aves condujeron tus palabras, que los ríos transportaron tus deseos, que el eco replicó tus esperanzas.
Mujer que es lo que te desgarra el alma, emprendiste un viaje por ese túnel desconocido a buscar lo que jamás tal vez encontrarás. Vas cargada de ilusiones y de esperanzas, te embarcarás en aquel avión sin boleto de retorno, te vas triste porque dejas a los tuyos, pero sonríes porque sabes que tu esfuerzo les permitirá despegar de la pobreza.
Mujer, te fuiste a recorrer el mundo, dejaste tus padres, a tus hijos a tu esposo buscando una mejor vida para los tuyos, mira como regresaste, yerta, sin vida y hoy lloramos tu partida.
Te votaremos las flores que tanto te gustaban, te prenderemos esa vela que prendiste a la virgen cuando te ibas, nuestros ojos, lloverán sobre tu cuerpo, gritaremos de dolor y elevaremos una oración al cielo para que Dios te lleve a su regazo eterno.
Te cobijaremos con el Tricolor Sagrado, te cantaremos tus canciones en el último adiós de tu partida y cuando vayas directo al averno un collar de lágrimas guiará tu cuerpo enmudecido.
Agitaremos tus mantos para decirte adiós, diremos tu nombre a cada instante, oiremos tus pasos cuando calle el grillo, nos levantaremos cuando el gallo cante y reconoceremos tu esfuerzo por sacarnos libres de esa pobreza que tu no la quisiste y entonces te levantaremos un monumento en tu honor, que quedará grabado eternamente en nuestros corazones tristes.
Sariri, paseaste tu arte, dejaste tu mensaje en cada rincón que visitaste, que cuidemos la tierra, que protejamos a nuestra Pachamama nos decías, que conservemos nuestra identidad nos señalabas, te vestiste de indio, te inventaste personajes que lo sacaste de lo que te contaron tus abuelos. Tu nombre ya lo conocen los niños, los jóvenes y los viejos.
Y, yo, aunque nunca bailé, sentí lo que sintieron mis muchachos, vibraron mis tejidos, mis entrañas cuando ellos transmitían sus mensajes. Aprendí a amar ese linaje escondido en un ropaje que no es el mío. Destapé del baúl de mis recuerdos el tesoro de la historia que algún día me obsequiaron mis abuelos.
Llegó al fin un proyecto que algún día soñé que lo haría, me entristece el saber como se acaba, no tengo dinero, no me quedó nada, seguiré con mi esfuerzo de llevar a SARIRI al infinito donde el sol acaricia a la luna, donde las estrellas juegan con los dioses, donde el eco se multiplique eternamente hasta que Dios se acuerde de llevarme.
GraciasSeñor Presidente, Gracias Ministerio de Cultura, por habernos dado esos recursos que nos permitieron actuar en el Puyo, Tena, Saquisilí, Mitad del Mundo, San Miguel de Bolívar, Santo Domingo; nosotros también dimos lo nuestro, fuimos a Loja, Malacatos, Tulcán, las Naves, nos presentamos en las Mercedes, la Unión, La Independencia, estuvimos en la Marujita, en Quinindé, en Pujilí, en Valle Hermoso, Puerto Quito, los Bancos, Pedro Vicente Maldonado, el Esfuerzo; fuimos a Quito a sus más lejanos barrios como la Armenia Alta, La Ferroviaria, Quitumbe, San Juan de Calderón, San José de Minas, Pomasqui, Cocotoc, estuvimos en el mercado, en la plaza, en los barrios, acudimos al llamado de los priostes o en donde querían vernos, fuimos a Colombia en representación del país, Tenemos invitaciones para presentarnos en Mindo, Urquiquí, Cayambe, Mira, Ibarra, Otavalo a las cuales gustosos hemos aceptado; jamás cobramos nada, tan solo la voluntad de aquellos que nos invitaban, hice préstamos, utilicé mi sueldo, realizamos actividades que nos permita recaudar fondos, dormimos en el carro, en el suelo, en hoteles y casas de amigos y siempre reconocimos ese apoyo del Gobierno a la Cultura. Al culminar mi proyecto quiero dejar plasmado mi recuerdo y gratitud a aquellos que estuvieron a mi lado en especial a mi esposa, a mi hija, a mis amigos que me colaboraron sin escatimar esfuerzo alguno, como no perennizar sus nombres en estas hojas y decirles Gracias Lucila Revelo, Diana Elizabeth, Margarita Montes, Willian Chora, Willian Montero, Lorena Valarezo, como no agradecer a Elba Morejón, Jorge Eras, Mayra Valarezo, Luis Proaño, Wilson Guadamud, a Estefanía Alexandra que se entregó por entero al grupo, a los padres de mis danzarines por confiar en mí, a los jóvenes que se entregaron en cuerpo y alma, a los que se fueron y regresaron, a los que se fueron y no volvieron; como no decirles muchas gracias a los Directores Provinciales de Cultura de las Provincias que visitamos, su apoyo incondicional a nuestra iniciativa fue motivante para que todo nos salga como esperábamos; a ese lindo público que con su asistencia y aplausos nos hacían sentir como embajadores de la Pachamama en búsqueda de su inmortalidad; al Colegio Nacional La Concordia, cuna de sabiduría de mis muchachos, en sus aulas se pulen cada día sus movimientos, se crea y se da vida a nuestras obras, hijas nacidas en la mente de nuestro coreógrafo; decir gracias de todo corazón a quienes creyeron en nosotros y nos dieron su voz de aliento en especial a Trajes Típicos Doyur de la Unión que nos prestó los trajes para complementar nuestro vestuario y; quiero dedicar mis últimas líneas a Verlaine Mora nuestro coreógrafo, sin él no hubiere sido factible el éxito de Sariri, el fue la piedra donde se cimentó la esencia de Sariri, sus orientaciones, su profesionalismo y entrega incondicional hizo que los jóvenes brillen en lo alto, seguiremos con él en nuestro trabajo, no importa que no ganemos nada, somos dos Quijotes que nos embarcamos en búsqueda de nuestra Dulcinea para compartir un sueño que al paso de nuestro Sancho los perros emitan sus ladridos de alegría.
Nuestras bailarinas, listas para rendir un homenaje a ese negro de oro Milton Tadeo[1], que nos dejó su mejor música, esa música del Chota, de ese valle donde el negro llora su pobreza y sonríe porque tiene una alma limpia, porque es amor, es corazón. Ya no quiero vivir en este Carpuela, pero jamás te dejaré Carpuela linda 
Nuestro país es una mezcla de culturas, de etnias, no solo somos indios, negros, mestizos, somos algo más, SARIRI quiere buscar esas raíces, esas huellas imborrables que surcaron atreves del tiempo y no se quedaron estancadas en el fondo obscuro del olvido.
Huarmis hermosas, de la estirpe de Atahualpa, de Rumiñahui, talvez de Huáscar, de Quisquis o Calicuhima, de Huayna Capac o Tupac Yupanqui, o del Amaguaña o del Quisphe, pero ahí están orgullosas de su raza.
Despierta mujer, levanta tus manos en la quietud de la noche, el mundo es tuyo, renacerás en el alba y vencerás a la obscuridad, llegó tu hora, porque eres vida y das vida, porque en tu vientre se encuentra la eternidad de tu raza.
Arcilla, cocida y dura alma de verdes collados, barro y sangre de mis hombres, sol de mis antepasados. Somos Sariri, cruzamos montañas, somos caminantes llevando el espíritu de nuestros dioses en una vasija de barro.
Paukar Raymi (fiesta del florecimiento), esta fiesta se celebra en toda la región andina, en agradecimiento a la cosecha del maíz, Sariri, baila alegre, salta, brinca que 
Aquí estoy jugando con el viento, los colores de mi Patria, de mi Pachamama Sagrada, los llevo impregnados en todo mi ser, soy ecuatoriana, nacida en el campo, he crecido con las caricias del viento, jugando con las huagras[3], con los chivos, con el lodo, me alimenté de la savia de los montes, extraje el perfume de las orquídeas para aromar mi íntimas entrañas para oler a mujer, a mujer recia y hoy danzo para ti, soy Mama Shungo y estoy aquí para tomar lo que me pertenece, lo que me dejaron mis ancestros. 
Voy vagando por el mundo y hoy estoy en el centro del universo, tal como soy: Gente humilde, con defectos, no soy borracho sino que quiero olvidar mis penas, es que eso me enseñaron y yo no quiero que sean así mis hermanos. Soy el Chulla Quiteño, deambulo por 
Quiero comprarle a la vida cinco centavitos de felicidad, no pido más porque el sufrimiento de los míos me ha sumido en un dolor inmenso que ya no lo puedo soportar.
Bajé del páramo, del Cayambe, del Tungurahua, del Cotopaxi, del Antisana, resbalé por las llanuras del Tiopullo, del Tiocajas, me interné por los glaciales del Chimborazo y del Ilinisa y llegué a ti cargado de ilusiones. Soy Sariri caminé sin rumbo cierto, dejé mi tambo, mi choza, mi cueva. Soy Juan Chiliquinga, Sebastián Quichimbo, Nicanor Aranzana, soy el Calazacón, el Zaracay que vengo a recordar tu pasado, para juntos mantener nuestras raíces, que no mueran nuestras costumbres, nuestra cultura.
Será acaso el final de mundo?. Hay que subirse arriba , elevarse al cielo, penetrar en ese limbo desconocido, hacer llegar nuestra voz, nuestro suspiro, nuestra alma, allá, donde el Yaya Inti escondido en las cortinas negras del tiempo mira curiosamente a sus hijos que danzan la alegría del ocaso.
Las plantas son nuestra vida, nuestra inspiración, nuestra forma de ser, de ellas captamos los movimientos que contornean sus ramas al vaivén del viento, de ellas imitamos el silbido sordo de sus entrañas. Naturaleza regálanos tu aire límpido, regálanos tu pureza.
Mama Shungo, tu naciste impoluta a la vida, para enseñarnos la pluriculturalidad de nuestra cosmovisión andina, enséñanos a volver a lo nuestro a venerar y respetar 
Runas, bravos guerreros que se proponen rescatar a su Pachamama, no pelean con armas, ni a golpes, ni con gritos, tan solo con sus danzas buscan el respeto a la tierra que heredaron. Yo soy el Manuel, el Jacinto, el José, el Segundo, llevo en mi sangre la de los Cañaris, Záparos, Cofanes, Puruhaes; en mi hierve la de los Quitus, Huancavilcas, Saraguros, soy indio, soy mestizo, soy montubio, también soy negro, mulato, blanco también soy, soy SARIRI, puriccuna, caminante de los Andes.
Runas, Huarmis, 
Los hombres, valientes guerreros, desgarran de 
Mujer que es lo que te desgarra el alma, emprendiste un viaje por ese túnel desconocido a buscar lo que jamás tal vez encontrarás. Vas cargada de ilusiones y de esperanzas, te embarcarás en aquel avión sin boleto de retorno, te vas triste porque dejas a los tuyos, pero sonríes porque sabes que tu esfuerzo les permitirá despegar de la pobreza. 
Te cobijaremos con el Tricolor Sagrado, te cantaremos tus canciones en el último adiós de tu partida y cuando vayas directo al averno un collar de lágrimas guiará tu cuerpo enmudecido.
Agitaremos tus mantos para decirte adiós, diremos tu nombre a cada instante, oiremos tus pasos cuando calle el grillo, nos levantaremos cuando el gallo cante y reconoceremos tu esfuerzo por sacarnos libres de esa pobreza que tu no la quisiste y entonces te levantaremos un monumento en tu honor, que quedará grabado eternamente en nuestros corazones tristes. 
Sariri, paseaste tu arte, dejaste tu mensaje en cada rincón que visitaste, que cuidemos la tierra, que protejamos a nuestra Pachamama nos decías, que conservemos nuestra identidad nos señalabas, te vestiste de indio, te inventaste personajes que lo sacaste de lo que te contaron tus abuelos. Tu nombre ya lo conocen los niños, los jóvenes y los viejos.
Y, yo, aunque nunca bailé, sentí lo que sintieron mis muchachos, vibraron mis tejidos, mis entrañas cuando ellos transmitían sus mensajes. Aprendí a amar ese linaje escondido en un ropaje que no es el mío. Destapé del baúl de mis recuerdos el tesoro de la historia que algún día me obsequiaron mis abuelos.
Llegó al fin un proyecto que algún día soñé que lo haría, me entristece el saber como se acaba, no tengo dinero, no me quedó nada, seguiré con mi esfuerzo de llevar a SARIRI al infinito donde el sol acaricia a la luna, donde las estrellas juegan con los dioses, donde el eco se multiplique eternamente hasta que Dios se acuerde de llevarme.
